¿Sabés qué es el Geocaching? La búsqueda del tesoro más grande del mundo

Si cuando eras niñ@ eras de los que les gustaba jugar a la búsqueda del tesoro, entonces este post te va a interesar. Te voy a contar de qué se trata el Geocaching, una versión actualizada para el siglo XXI de la clásica «búsqueda del tesoro».

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Para jugarlo sólo necesitarás el gps de tu celular. Lo interesante del geocaching es conocer diferentes lugares mientras se juega a encontrar los tesoros, y puede ser muy divertido si se hace en familia o con amigos.

El geocaching consiste básicamente en esconder y encontrar tesoros, generalmente cosas de poco valor (dados, imanes, monedas), usando como principal herramienta un GPS. Se trata una nueva forma de viajar mientras se buscan tesoros. Permite el descubrimiento, la exploración y la aventura a través de una combinación única de recreación al aire libre y la tecnología basada en la localización.

Me acuerdo que en 2011 escuché hablar por primera vez de este juego. Quizás la razón por la que no tuve demasiada curiosidad al principio fue porque no tenía en ese momento ni un smarthphone ni un GPS (tenía un celular con tapita que solo servía para hablar por teléfono -¿se acuerdan cuando los celulares servían sólo para hablar?). Después, en el 2013, aprovechando el GPS de un amigo y mientras viajábamos por Chile recordé este juego y nos propusimos descubrir de qué se trataba.

Recorrimos el Jardín Botánico de Santiago de Chile buscando el «cache» (el tesoro). Si no hubiese sido por el geocaching, ni me enteraba de que tenía un lugar así tan cerca. Después de mucho buscar con las coordenadas entre senderos y árboles finalmente lo encontramos…. (era un tubito de ensayo con la tapa naranja)

Lo abrimos y adentro además de un dado y monedas de distintos países y encontramos un papel enrollado que era el libro de visitas. Lo más sorprendente fue descubrir que hacía más de un año que estaba escondido allí. Intercambiamos objetos, lo firmamos con nuestros nombres y fechas y volvimos a engancharlo en la misma rama. Cabe aclarar que el respeto al entorno, el mantenimiento del tesoro y su reposición son algunas de las normas básicas para practicar este juego.

Luego en cada viaje que fui como en París, Barcelona o Río de Janeiro buscaba en la página para ver cuántos había y cuál podría descubrir.  ¡Miren todos los que hay en París! Una locura…

La última vez que jugué fue en Buenos Aires, en un paseo que hice un fin de semana y donde encontré tres cachés en la zona de Recoleta y Palermo. 

Quizás sos de las personas que recién ahora te estás enterando que existe este juego pero te cuento que el geocaching nació allá por el 2000. Antes de ese momento, el uso de satélites GPS se limitaba a los usos militares. Sin embargo, el 2 de mayo de 2000, el acceso al GPS se amplió al público en general. Dave Ulmer, un entusiasta del GPS, decidió probar la precisión del nuevo sistema disponible escondiendo un cubo con «tesoros« en el bosque y publicando las coordenadas en Internet. Otros entusiastas del GPS lo encontraron y el geocaching comenzó a funcionar. Este juego se convirtió, de a poco, en la búsqueda del tesoro más grande del mundo: a mediados de 2013 se superaron los dos millones de tesoros activos en más de 200 países, con más de seis millones de geocachers (jugadores) en todo el mundo.

Pocos rincones del mundo escapan al geocaching. En cualquier lugar, en cualquier momento, te puede llevar a encontrar hermosos lugares, turísticos o no. Lo cierto es que puede incluso llevarte a un lugar de tu ciudad en el que nunca has estado antes. Muchos locales eligen sitios no tan visitados, lugares significativos por su propia historia personal pero que quieren que los visites. Probablemente hay varios caches muy cerca tuyo en este momento. Tal vez no los hayas visto, pero tu ciudad está llena de tesoros. Te muestro, por ejemplo, los cachés que aparecen en mi ciudad La Plata.

¡Hay más tesoros escondidos de los que podemos imaginar! Te reto a que compruebes los que hay cerca de tu casa.

Son tesoros reales aunque simbólicos: objetos ocultos en tuppers (protegidos así de las condiciones climáticas) en coordenadas muy precisas. Fueron escondidos por personas, pero, paradójicamente, para que sean encontrados.  ¿Te da intriga? ¿Jugamos?

Para jugar al geochaching necesitarás:

Es muy fácil!  Tiene unas reglas simples para que cualquier persona pueda jugar. Para empezar a encontrar los “caches”, tenés crearte una cuenta gratuita aquí (o podés bajarte la app disponible en Android y iOS) y con la ayuda de tu gps en el celular ya estás listo para empezar!

Este juego es a nivel mundial y para comprobarlo, solo tenés que colocar en el buscador de la web el lugar donde querés encontrar los caches. Verás que se despliega un mapa con puntitos verdes (depende el lugar la cantidad de caches que haya).

Los que esconden los tesoros anotan en la plataforma las coordenadas geográficas para que los demás usuarios tengan que encontrarlo con la ayuda de un gps. El desafío es encontrar el caché. 

Los cachés consisten generalmente en un contenedor impermeable colocado discretamente dentro del terreno. El contenedor incluye una hojita de registro, y algún objeto como juguetes, monedas, baratijas, un boleto de tren, una flor, etc. Nunca se sabe lo que han dejado.

También aparece un papel que explica el juego. Esto es por si cae en manos de algún geomuggle (sí, este nombre ha sido inspirado en cómo se llama a los no magos en los libros de Harry Potter). Por eso el camuflaje es esencial en los caches de las ciudades, ya que deben pasar inadvertidos en sitios con mucho tránsito. Se llegan a ocultar en falsas paredes o debajo de piedras o en huecos de árboles.

Cada punto verde entonces es un tesoro, y sobre todos ellos nos dan pistas para alcanzarlos ya que quien oculta el tesoro publica sus coordenadas en el sitio y describe el entorno (incluso hay hasta fotos como referencia). El GPS permite llegar al sitio, (como dije anteriormente puede ser un lugar turístico o interesante para que valga la pena el paseo), pero una vez allí vale la intuición.

El tesoro puede estar en cualquier lado. No hay reglas para el escondite, puede estar en cualquier terreno. Tendrás que ir buscando hasta encontrar su ubicación exacta. Lo más divertido es que la mayoría de las veces no sabés ni qué estás buscando. Y lo que está buscando varía. Hay caches de diferentes formas, tamaños (hay hasta micros) y dificultades. (Ahh una aclaración! Que no te sorprenda si alguien pueda tomarte por loco si pasás varias veces por un mismo lugar con los ojos bien abiertos y mirando para todas las direcciones o qué te pregunten qué estás haciendo!)

Una vez que encontrás el caché,  si sacás algo, se te pide que dejes algo a cambio. Además deberás rellenar la hoja de registro donde ponés tu nombre, fecha y país para indicar que lo encontraste. ¡Te sorprenderás al ver cuántos han encontrado el caché antes que vos! Finalmente se devuelve el caché en la posición exacta y en las mismas condiciones en las que se encontró (Tratá de que nadie te vea!).

Después podés anotar en la app el registro de tu actividad (no es obligatorio) pero ayuda a otros usuarios. Por ejemplo podés decir si lo encontraste o si no está en el mismo lugar para ayudar a que haya un mantenimiento del escondite (a veces por ejemplo por cuestiones climáticas puede haberse corrido del lugar) Además los usuarios te pueden proporcionar pistas para que puedas encontrar el tesoro (hay veces que están tan bien escondidos que necesitás alguna pista). En los últimos años se ha creado una amplia comunidad de usuarios de la aplicación en todo el mundo. Se envían mensajes e intercambian pistas y consejos.

Con el tiempo, los geocachers que disfrutan de esta actividad comienzan a esconder sus propios geocachés para que otros los encuentren. No está demás aclarar que no esperes encontrar cofres repletos de monedas ni mucho menos joyas valiosas. El tesoro que ofrece el Geocaching es la propia búsqueda, la experiencia de guiarse hasta alcanzar las coordenadas y allí buscar el objeto tan esperado.

La mayor recompensa es la emoción de la búsqueda y el descubrimiento de conocer un lugar que nunca habías visitado. En lo persona, me parece muy útil para conocer ciudades, ya que muchos de estos escondites se encuentran en zonas emblemáticas.  También sirve para descubrir rincones desconocidos en tu propio barrio. De esta forma, dar un paseo por tu ciudad o donde te encuentres de viaje puede convertirse en una divertida aventura. Además es una muy buena actividad para realizar con niños ya que ellos se sienten atraídos hacia cualquier nueva actividad, especialmente cuando está asociada a la tecnología. Si a esto le sumamos la idea de una búsqueda de un tesoro en un entorno nuevo por descubrir, la actividad resulta atractiva incluso hasta para los adultos. Y el cache no siempre es fácil de encontrar así que podés sentirte bien content@ cuando descubras tu primer cache! :)

¿Te animás? Contame en los comentarios si lo conocías y si alguna vez lo jugaste, ¿cómo te fue?

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